En el denominado Mes del Orgullo, hacemos un balance de la situación que presenta el estado para las personas pertenecientes a esta comunidad
¿Cómo es ser gay en Michoacán?, preguntó el dramaturgo sonorense Carlos Iván Córdova luego de un taller que dió hace unos años en Morelia. A su pregunta, Raúl Martínez Rojas, activista y líder del colectivo “Michoacán es diversidad” podría responder que es difícil y para las personas trans es peor.
En el Mes del Orgullo, hacemos un balance de la situación que presenta Michoacán para las personas LGBT+, la cual es compleja.
¿Por qué?, para empezar, Martínez Rojas sólo hay estimaciones de la cantidad de personas que integran el colectivo, “algunos dicen que somos el 15 por ciento de la población del estado, yo digo que llegamos al 25”. La falta de precisión es, confirma Martínez Rojas, por los tabúes sociales.
Esos tabúes se encuentran muy naturalizados y por eso es complicado percibirlos. De acuerdo a Martínez Rojas, un ejemplo son los espacios de poder: “terminamos un proceso electoral complicado, donde el sistema patriarcal nos vendió espejitos con acciones afirmativas que fueron una burla; vemos que vuelven a utilizar, cooptar e invisibilizar”.
Concretamente, esas prácticas son muy utilizadas al interior de los partidos políticos, dijo Martínez Rojas, dado que dichas instancias “crean secretarías o direcciones de diversidad sexual para impulsar una agenda que sólo es para acceder a puestos; pero a la hora del trabajo comunitario, es la sociedad civil organizada la que apoya a sus pares”.
Martínez Rojas dio ejemplos de lo anterior con colectivos como CONVIHVE, dedicada a la atención y acompañamiento a personas con VIH “que con 21 años de trabajo ya pasó 7 administraciones locales; están las ‘Tarascas en busca de libertad’, que con o sin alcalde hacen trabajo en materia de salud sexual; está ‘Responde diversidad’, que da acompañamiento psicosocial para violaciones a derechos humanos; hay asociaciones en Uruapan, Múgica y Lázaro Cárdenas”.
Un aspecto positivo son los avances legislativos recientes, pero la estructura generada por el ejecutivo del estado es inoperante. “Nos vendieron la idea de una dirección de diversidad sexual, que nosotros habíamos planteado que fuera en Secretaría de gobierno por tres cosas: que tuviera autoridad por sobre las dependencias, que fuera vinculante y le hicieran caso, pero la embarraron en la Secretaría de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres (Seimujer), como departamento, donde sólo tenía derecho a silla y escritorio”.
En ese sentido, el presidente de la asociación “Inclu Mich” y jefe del departamento de inclusión social del Instituto de la Juventud Michoacana, Luis Antonio Cortés Salinas, comentó que un avance legislativo fue la aprobación del matrimonio igualitario y la ley de identidad de género, además de procesos como “la gratuidad en el cambio de actas para las personas trans”.
Sin embargo, Cortés Salinas dijo que “falta una Fiscalía especializada en crímenes de odio, falta voluntad de muchos titulares de otras dependencias, mientras que en el Consejo Estatal para Prevenir y Eliminar la Discriminación no se resolvió ni una sola denuncia en 6 años”. De hecho, comentó que el titular de esa dependencia, Alberto Hernández, recién fue destituido y ha llegado en su lugar Gerardo Herrera.
Salud en vilo
El presidente del colectivo de atención y supervisión a personas que viven con VIH, CONVIHVE, Juan Bosco Valle, dijo que la pandemia por VIH se ha agravado por la llegada del covid, pues parece que la incidencia de casos no disminuye.
Entonces, aunque el covid tiene un año y medio, “ya salió vacuna, para el VIH todavía no y después de 40 años seguimos esperando”, ironizó el activista, para agregar que actualmente “vemos que hay medicamentos que son de una sola pastilla al día, pero el problema es que no llega a toda la población, la burocracia impide el abasto”.
Eso es grave pues se mezcla con la falta de campañas preventivas y un efecto es, dijo Bosco Valle “que la población se sigue infectando, hoy en Michoacán hay más de 7,880 casos registrados, de los 6300 son hombres y 1580 mujeres. A nivel nacional son 315 mil casos registrados desde que se dio el primer paciente en 1983”.
En este mes, afirmó que “ha habido días en que hay hasta 9 casos detectados por día, es una cifra muy alta que implica que hay una buena cantidad de personas que andan por ahí sin saber dónde acudir”.
Ahí es “donde entra la sociedad civil para hablar, sensibilizar, hablar de VIH y canalizar a las personas diagnosticadas”, para dar continuidad.
Sin embargo, el cambio de administración es algo que siempre les preocupa “porque es volver a empezar, pero por problemas políticos se dejan de lado los temas de salud”.
En suma, Martínez Rojas afirmó que nunca hubo voluntad política para colaborar, “a veces se molestan por lo que uno dice pero se debe reconocer que la crítica es hacia la función que no se hizo y no tanto a personas en específico (…) no es malo tener privilegios, lo negativo es cuando eso te impide reconocer la desigualdad en el otro”.
Fuente: El Sol de Zamora